Pasada la barrera de los 30, cada tanto, algún granito, en osada y solitaria rebeldía adolescente, surge rojo y puntiagudo en alguna zona de mi bella y agraciada anatomía. Supongo que mi gusto por las grasas saturadas y una adicción apenas controlada por las papas fritas de bolsa pueden ser las responsables.
Lo concreto es que hace poco surgió uno en la frente. Bien en el medio, imposible de tapar con mi vasto cabello sin tener que peinar un flequillo ridículo. Resignado, marché con la pústula al viento. No pasaron diez minutos de llegar al trabajo que ya había dos personas que marcaron la presencia en mi frente. Digo yo, ¿qué necesidad hay de señalar lo obvio? ¿Qué se creen, boludos, que no me doy cuenta? Déjenlo pasar, putos, y todos seríamos un poco más felices.
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6 comentarios:
es q a veces es tan notable que no se puede dejar pasar!
pornoco...?
no, pormuco
cuando salen en un lugar imposible de tapar algo quieren mostrar (ademas de su desagradable luminosidad y textura) pues no solo enfocan la mirada de los atentos sino la tuya.. estaras abriendo el chakra del tercer ojo?? enhorabuena tio!!
Peor es en la nariz... ahi pareces el reno puto ese de nariz roja de Santa Claus (?)
.....x algun lado la leche tiene q salir.... es asi
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